¡Has decubierto la página secreta!
te contaré mis inicios en el mundo de la magia....
¡Una carta que viajaba a una cartera empezó esta aventura!
Todavía recuerdo con nostalgia aquel escalofrío mágico que ese señor de pelo largo y sombrero estrambótico me hizo sentir al otro lado del televisor. Recuerdo buscar como un loco aquel librito de instrucciones de KIT de magia que había pasado sin pena ni gloria como regalo de navidad. Recuerdo leerlo. Ni una palabra sobre cartas a carteras... ¡Gracias a dios que la solución no estaba en el librito de instrucciones!
Mi vida hubiese sido distinta de haber hallado el método. Enigma resuelto y a otra cosa... Pero no fue así. Me sumergí a pensar, a cavilar con las pequeñas enseñanzas de aquel librito algún método para poder hacer ese milagro. Recuerdo que las horas pasaban como segundos. Recuerdo a mis padres alucinados al ver, en mis infantiles manos, cartas en vez de la pelota que paseaba por toda la casa. Recuerdo carteras, cartas, clips y comodines... Recuerdo enamorarme.
Muchos años han pasado ya desde que empezó este romance. Un romance que no va de aprender magia, va de pensarla. Va de cocinar a fuego lento cada efecto, de pensar, de sentir pasión por algo y apreciar cada una de sus facetas.
Espero que esta aventura dure muchos años. De momento van más de quince. Quince años disfrutando de la magia conmigo y con los demás. Quince años de innumerables anécdotas en actuaciones. Quince años de amigos, maestros y seres queridos. Quince años donde gente de todos los lugares ha podido disfrutar conmigo de la magia.
¡Gracias a Dios que la solución no estaba en el librito de instrucciones!
David Bestué, 28 de abril de 2017